El remoto país que se ha convertido en refugio de los estadounidenses
Benito Kozman
Yahoo Noticias30 de enero de 2017
Photo by Chris Cameron/Volvo Ocean Race via Getty Images
Bastó una elección en noviembre pasado y apenas una semana de mandato del nuevo gobierno estadounidense, para que la idea de mudarse del país coja cuerpo y algunos decidan hacer las maletas por un tiempo.
Esto es lo que ha estado ocurriendo en los últimos tiempos con Nueva Zelanda, una isla ubicada al sureste de Australia que en 2014 tenía cuatro millones y medio de habitantes, y que se ha convertido en el destino de no pocos ciudadanos de Estados Unidos.
Considerado por el Banco Mundial como el mejor lugar para hacer negocios, relegando a Singapur a un segundo puesto, y como el país menos corrupto del mundo, según Transparency International, Nueva Zelanda ha dejado de ser un punto alejado en el mapa para pasar a ser un sueño, una utopía, y para algunos afortunados una realidad.
De acuerdo con una publicación de The New Yorker, una sorprendente cantidad de multimillonarios, conocidos como survivalistas o ‘preppers’, al parecer avizoran el fin del mundo de una manera más anticipada que el resto, y esto los ha llevado a adquirir terrenos en esta esquina montañosa y recóndita del planeta.
Para Reid Hoffman, cofundador de Linkedin, más de la mitad de las élites adineradas de Estados Unidos -residentes entre Silicon Valley, en California, y Nueva York- creen que hay que prepararse de alguna manera para lo peor. Y entre estas precauciones está Nueva Zelanda.
Los números muestran la evidencia.
Según el The New Zealand Herald, más de 3.500 kilómetros cuadrados de tierra neozelandesa pasaron a ser propiedad de recién llegados de otros países en 2016. Se trataría de una extensión de tierra más de cuatro veces mayor que la superficie adquirida en el país en el año 2015.
Uno de estos emprendedores es Peter Thiel, cofundador de Paypal y dueño de una fortuna de 270 millones de dólares, quien hasta ha logrado hacerse de la ciudadanía neozelandesa tras haber adquirido un terreno de 1.930 metros cuadrados frente a un hermoso lago.
Auckland, Nueva Zelanda
Al parecer, Thiel habría obtenido la ciudadanía hace unos años tras haber donado un millón de dólares neozelandeses (unos 727.000 dólares) a las víctimas del terremoto de Christchurch, lo que incrementó sus méritos para que el gobierno, con “un poco de flexibilidad”, al decir el Primer Ministro Bill English, tramitara su caso y lo aprobara.
“Nueva Zelanda es un lugar mucho mejor de lo que era desde que Thiel es uno de sus ciudadanos”, aseguró el político.
“Decir que te acabas de comprar una casa en Nueva Zelanda es como una especie de guiño-guiño-no-digas-más -asegura Hoffman. Una vez que ya has dado el apretón de manos masónico, la conversación sigue con algo como –‘¡Oh! tengo un amigo bróker que vende antiguos silos de misiles a prueba de armas nucleares, tiene que ser muy interesante vivir en uno de ellos’-.”
Pero los números son mucho más concretos: en el escaso lapso de tiempo desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, 13.401 estadounidenses ya han echado a andar el proceso de solicitud de una residencia en Nueva Zelanda: un marcador que es 17 veces más grande que el promedio para ese país que se encuentra en el cuarto lugar de la clasificación de 2016 del Índice de Paz Global, detrás de Islandia, Dinamarca y Austria.
Tengamos en cuenta que el último incidente de violencia ocurrió en el lejano 1985, cuando espías franceses hicieron estallar un buque de Greenpeace en el puerto de Auckland.
Por su parte, el departamento neozelandés de inmigración ha confirmado que desde noviembre de 2016, cuando se celebraron las elecciones presidenciales en Estados Unidos, 17.584 personas han registrado su interés por estudiar, trabajar o invertir en el país, en comparación con 1.272 en noviembre de 2015.
Tan solo en este mes de enero de 2017, se han recibido 3.159 pedidos, cuando en el mismo periodo de 2016 fueron 1.724.
“Estamos experimentando en este momento un ligero aumento en los visados emitidos a ciudadanos estadounidenses, tanto para visas de trabajo temporal como de residencia permanente”, dijo a la BBC Steve McGill, gerente general de la oficina nacional de inmigración.
“Definitivamente hemos tenido un aumento en las preguntas de los estadounidenses, y por lo menos una venta que ha sido una consecuencia del resultado electoral en los Estados Unidos”, afirmó Nick Horton, un agente especializado en bienes raíces de lujo.
“Hay una sensación de que la gente quiere crear un refugio en el hemisferio sur, lejos de algunos de los problemas que enfrenta el mundo occidental”, concluyó.
Con reservas de agua limpia, clima templado y aire puro, Nueva Zelanda se ha convertido en el nuevo oasis físico y mental de no pocos estadounidenses. Una infraestructura moderna, buenas redes de comunicación y a ‘tan solo’ 13 horas de vuelo de la costa oeste de los Estados Unidos, pues ya tenemos un nuevo edén, hasta que las aguas tomen su debido nivel.
Aunque para algunos la aventura deje de ser temporal, y Nueva Zelanda se convierta en su casa para siempre.