Archivo de diciembre 2017

El espíritu navideño, una ilusión que no debe perderse

El materialismo que día tras día más y más rodea a estas celebraciones obviamente nos dirigen a lo superficial, material y mundano. Desde luego el enriquecimiento durante las navidades de las tiendas reportan récord de ventas no solo de objetos alusivos, pero aumentan también desmesuradamente del consumo de alcohol y drogas, y hasta pareciera que la gente se concentra solo en divertirse. Desde luego el pasarla bien no debe estar mal para nada, ¿pero debe tener límites?, ¿Cuál el mensaje?, ¿qué transmitimos a los que viene detrás de nosotros?, respuesta sencilla para algunas personas, pero difícil para los que pasamos por hechos diferentes y circunstancias variadas durante años. Me cuento entre las personas agradecidas por haber tenido una niñez casi afortunada, sin abundancia, pero llegaba, ligada a una tradición cristiana, con una creencia religiosa, reunión familiar, canticos al niño Jesús, mucha comida, algunos regalos. De eso se trataba, estábamos celebrando el nacimiento de Jesús el Cristo Rey, al paso del tiempo el pesebre que era casi en medio de un desierto fue cobrando algunos cambios donde se ponían más árboles, naturaleza verde, en algunos casos montañas nevadas, trenes eléctricos, así a medida que pasaba los años, la competencia del mercado aumentaba, y la Iglesia se hacía a un lado, la cara del nacimiento y su significado iba cambiando sus formas, costumbres y celebraciones. Sali del sitio que me vio nacer atravesando el “charco” (Océano) pise el viejo mundo, Era demasiado joven, entonces era difícil entender otras formas de vida, eran necesario tres meses para recibir una carta por correo, contábamos con los mismos días del año pero vividos de otra manera, mismas celebraciones pero otras circunstancias, entonces te dices y que diablos pasa, para todos no llega si estas lejos de tus costumbres, de los tuyos, y el acontecer real del sitio en el cual vives no cuaja, el suelo el cual estas pisando van minando tu moral y sentimientos, y si te descuidas hasta tus fuerzas, aquellos bellos (tiempos) recuerdos se van perdiendo entre las nubes, pasas a ser testigo que en algunas casos las fiestas más pomposas de noche buena y para recibir al año nuevo son más de los “medio creyentes”, pero con solvencia en sus bolsillos Obviamente no tenia porque envidiar ni subirme al mismo tren, sabia de mis limitaciones, para entonces ya habían entrado a las celebraciones de fin de año, con más fuerza el árbol de navidad, adornado también con regalos que costaron quizá más del sueldo de un mes de sacrificados padres, la mayor presencia del papa Noel o Santa Claus, San Nicolás, como se lo llama en esos sitios, más leña al materialismo, más distancia para con los que no tienen. Nosotros, lo digo así porque éramos un puñado de chicos muy amigos, en su mayoría Suramericanos nunca abandonamos nuestras tradiciones, no importaba donde ni en qué circunstancias la celebrábamos de la manera que cada uno quería mostrarse no importaba cual su origen, y su posición económica, era un despojo total de nuestros prejuicios y actuamos como si hubiéramos estado juntos desde que nacimos, eran esos tiempos en que en algunos lugares de Alemania los suramericanos que vivíamos se podían contar con los dedos de las manos. Allí quedaron de los amigos los mejores.
Podría contar cientos de anécdotas de experiencias vividas, pero, es importante anotar que pudo pasar muchas cosas que pudieron y se dieron para que uno crea y tenga su propio punto de vista, y el mío ya no cambiara, así como mi espíritu navideño no mermara, continua en mi esa ilusión sin continuar siendo un niño, que este 24/25 de diciembre, representado no importa porque bien material, objeto de valor religioso o no, (respetando todas las creencias), para mí lo importante es que no debe faltar un abrazo sincero de humildad y respeto, sin esperar nada, se los digo con franqueza, aquellos abrazos que me daba con los amigos, tiene aún para mí un valor que persiste, quizá si me hubieran regalado un objeto o un billete “verde” aquello, aquello, ya hubiera dejado de existir. Un sentimiento sincero transmitido del medio o modo que fuera queda, perdura.
Para estas fiestas una persona que admiro mucho dijo: “No hay lugar para el miedo. La Navidad es amor renovado que vence siempre”. Quien es él?.
Saludos
WarHawk Dec 2017